¿Por qué deberías usar el sentido del gusto para conquistar a tus consumidores?

Los seres humanos recuerdan un 15% más las cosas que prueban, por encima de los mensajes publicitarios táctiles, visuales y auditivos.

Comer es sin duda un placer que nos damos todos los días, por eso al dar una mirada hacia nuestra rutina, la comida es un elemento fundamental que hace parte de nuestras vidas. Es un ingrediente tan importante, que no solo influye en nuestro estado de ánimo sino también le ha añadido valor a la construcción cultural de cientos de países y genera emociones en cualquier persona sin importar su edad, género o religión.

Es por esto que hoy vamos a hablar sobre el sentido del gusto, base fundamental del marketing gustativo, una herramienta tan poderosa para las marcas, que a pesar de tener el 15% (segundo índice más alto) de recordación entre los sentidos humanos, es el modelo estratégico más difícil de ejecutar, ya que necesita la presencia real de los consumidores.

Para entender este proceso, primero debemos saber cómo funciona, por qué detectamos 6 sabores en nuestra lengua¹ y qué emociones nos pueden provocar.

Cada alimento tiene una concentración de diferentes elementos químicos que producen una reacción en nuestras papilas gustativas, al ser conscientes de esto nuestro cuerpo transforma esos estímulos químicos en impulsos eléctricos, que pasan por nuestros nervios hasta nuestro cerebro (en el tálamo para ser más exactos) donde se modula el sabor de los alimentos y decidimos si nos gusta o nos parece desagradable.

Es por esto que las experiencias a través de nuestro sentido del gusto van más allá de diferenciar los sabores y pasan a ser experiencias envolventes,² donde nuestro cuerpo entra a juzgar qué alimentos pueden estar en buen estado y son seguros de comer, teniendo en cuenta aspectos como el color, la textura, la temperatura y el aroma.

Ahora si te has preguntado por qué las comidas que te parecen más apetitosas son las que contienen más porcentaje de azúcar o grasa no te sientas mal, la culpa es de tu cerebro e intestino.

Según estudios de la Universidad de California en Irvine¹, cuando consumimos por ejemplo unas deliciosas papas fritas, se activan los endocanabinoides, un grupo de moléculas que pueden abrir tu apetito y cambiar tu estado de ánimo.

Lo mismo sucede con los helados, los dulces y los chocolates, ya que gracias a sus componentes como la teobromina se activan las endorfinas; hormonas encargadas de estimular positivamente nuestro estado de ánimo.

Por esto no es una casualidad que los niños más activos y felices tengan una tendencia a consumir marcas de alimentos con productos altos en grasa o azúcar, como los cereales, las gomas de mascar, los chocolates, las hamburguesas y helados de todo tipo.

Ya que ahora sabes las sensaciones positivas que puedes generar a través del sentido del gusto, se abre una puerta para aumentar la recordación y eficacia de tus próximas estrategias de Marketing ¿Ya sabes qué sabores vas a utilizar? o ¿cómo vas a activar las endorfinas de tus clientes?

A pesar de que sea una herramienta difícil de ejecutar por el contacto directo frente a los consumidores, hay casos sorprendentes como el siguiente video, donde la marca de bebidas gaseosas Fanta logró innovar en la publicidad impresa, haciendo el primer aviso comestible con sabor a naranja del mundo. Sin duda una acción ganadora en medio de la publicidad convencional y que además nos sirve de ejemplo para descubrir cómo podemos hacer sentir experiencias nuevas a nuestros clientes.

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